Pasaron varios meses desde que falleció la Reina Isabel II, esta sería la primera Navidad sin la monarca y la familia real aseguró que seguirá cumpliendo con todas las tradiciones navideñas que impuso Isabel desde que asumió al trono.
Para las fiestas, todos los miembros de la familia están obligados ir a la finca real de Norfolk, donde está Sandringham. Incluso la Princesa Diana de Gales en sus peores momentos con su esposo Carlos, no pudo celebrarlo con los Spencer. A Kate y William solo se les autorizó en 2014 a estar con los Middleton.
También, los Windsor colocan sus regalos sobre una mesa y los intercambian. La condición es que sean baratos, alegres y divertidos, dentro de los márgenes de su humor.
Otras de las tradiciones, es que cada integrante de la familia real se pesa antes y después de la cena de Navidad. Explica que es una tradición que se remonta a principios del siglo pasado durante el reinado de Eduardo VII. Los Windsor disfrutan de tres comidas en el día de Navidad.
Por último, la Reina Isabel II le tenía fobia a los ajos, principalmente por el olor que provocaban. Por lo tanto, estaban prohibidos en todas las comidas reales. "Se están perdiendo el ajo porque, en el Palacio de Buckingham, no cocinas con ajo. Supongo que es pata evitar un 'eructo real'", dijo el ex chef real John Higgins al "National Post" en 2016.