Tras la muerte de la Reina Isabel II en el mes de octubre y con el posterior ascenso del Rey Carlos III, han surgido incontables temas de conversación acerca de las cualidades y características de la familia real más mediática del último tiempo. Uno de los enigmas más relevantes que se han postulado a partir de todo lo sucedido es acerca del apellido que porta esta familia… ¿siempre fue Windsor?
La respuesta es no. Anteriormente el apellido era otro y fue modificado en 1917. El motivo por el cual decidieron ponerse Windsor como apellido es porque justamente este era el apellido real de estas personas. Anterior al año mencionado, el apellido de la familia real británica era Sajonia-Coburgo-Gotha, de origen alemán.
La razón de esto es porque la reina Victoria se casó con el príncipe Alberto que descendía de la casa real europea de Alemania. De este matrimonio surgieron 9 hijos, entre ellos, Eduardo VII quien sucedió a su madre cuando ella murió en 1901 y fue el bisabuelo de la Reina Isabel II. De esta manera Eduardo VII pertenecía por entonces a la dinastía Sajonia-Coburgo-Gotha, de su padre.
Quien decidió modificar el apellido de la familia real fue Jorge V ya que llegó al trono en el año 1910 y 4 años luego, comenzó la Primera Guerra Mundial. Entonces ocurrió un hecho que haría tomar cartas en el asunto del nombre: el 7 de julio de 1917, un bombardeo a varios edificios en el Este de Londres causó la muerte de 55 personas, quienes pensaron que se trataba de un "ejercicio militar británico" y no buscaron resguardo a tiempo.
De acuerdo con los testimonios históricos, el bombardeo, que fue ejecutado por aviones alemanes conocidos como Gotha, aumentó aún más el sentimiento anti germánico. Así, decenas de personas salieron a las calles a protestar. De aquí surgió la moción de modificar el apellido de la realeza británica, por Windsor, para poder despegarse de la dinastía alemana y así limpiar la imagen de ellos.