Los miembros de la realeza son conocidos por tener varios lujos y comodidades en sus palacios y por supuesto, uno de estos es contar con un grupo de chefs que elaboren deliciosos platillos para las comidas dentro del castillo o para eventos importantes. Es bien sabido que los miembros de la realeza deben cuidar con sumo exceso su alimentación mediante dietas extremas y bajas en calorías, como la que lleva la reina Letizia.
Se le conoce por ser estricta en cuanto al contenido y las porciones de los platos de sus pequeñas y su marido, supervisando que todo lo que ingieran sea 100% saludable y sin grasas o azúcar para evitar problemas de salud a largo plazo. Sin embargo y pese a las negativas de su mujer, Don Felipe VI se resiste a cumplir del todo estas restricciones calóricas para darle pie a cumplir de vez en cuando un gusto muy simple: los postres.
¿Cuál es el postre favorito del rey Felipe VI?
Es un postre llamado tocino del cielo y pese a que tiene un nombre de alimento salado es un postre un poco similar al flan. Este postre está elaborado a base de yema de huevo caramelizada y azúcar, compacto y de color amarillo intenso. Su origen se remonta en Jerez de la Frontera hace más de 500 años, creado por las monjas del Convento de Espíritu Santo de Jerez de la Frontera. Su origen está ligado a la elaboración del vino de la zona y al empleo masivo de claras de huevo usadas para la clarificación del mismo.
Para hacer este postre se hace un almíbar disolviendo azúcar en agua. A este se le añaden las yemas mientras está tibio y se baten. La mezcla resultante se cuela y se vierte en un recipiente caramelizado que se cocina al baño María hasta que adquiera la consistencia de un flan. Se sirve frío y se le puede agregar merengue.
El rey Felipe VI probó este postre por primera vez cuando visitó el restaurante 'La Mazaroca' que abrió sus puertas en 1973, un lugar modesto en Sevilla que sin lugar a dudas maravilló el paladar del rey, quien desde entonces, cuando su agenda y su mujer se lo permiten, visita ese lugar para consumir las comidas típicas y probar su postre favorito. Definitivamente nadie se resiste a una buena comida, mucho menos integrantes de la realeza.