Los duques de Sussex se preparan para vivir unas navidades especiales en su mansión californiana de Montecito, rodeados de la alegría de sus hijos Archie y Lilibet.
Para Meghan Markle, estos días son aún más significativos al descubrir las pasiones de su hijo de cuatro años y medio. Archie ha desarrollado un interés por la fotografía, anhelando nada menos que una cámara Leica.
La duquesa relató con humor un entrañable momento en el que le compró una cámara, solo para que Archie afirmara que no era una Leica, destacando su conocimiento sobre la prestigiosa marca alemana.
¿Cuál fue la respuesta de Meghan Markle ante el pedido de su hijo?
Durante un evento de Netflix en noviembre, Meghan compartió la anécdota, revelando su respuesta ante la petición del pequeño. "Le dije: '¡No vamos a comprar una de esas! Ni siquiera por Navidad'", expresó con una sonrisa.
Cabe mencionar que una cámara Leica puede alcanzar los 600 euros, llegando incluso a los 19,000 euros en modelos utilizados por profesionales, lo que la convierte en una de las más costosas.
El director Misan Harriman, inspiración para Archie, compartió momentos con el pequeño en una visita al hogar. La afición de Archie por la fotografía tiene raíces familiares: su bisabuela, la difunta Isabel II, llevaba una cámara Leica en su bolso.
Además, su padre, el príncipe Harry, comparte este interés, capturando imágenes durante sus viajes por el mundo con Meghan, como se evidenció en su gira por Australia, Nueva Zelanda, Fiji y Tonga en 2018.
En estas navidades fotográficas, los duques de Sussex celebran la curiosidad y pasión de su hijo Archie, uniendo generaciones a través de la lente.