La suegra de Máxima de los Países Bajos, Beatriz, sufrió casi tanta resistencia a su casamiento real como la actual monarca nacida en Argentina. Para que la dejaran contraer matrimonio con Nicolás de Amsberg, tomó la decisión de realizar una huelga de hambre.
Hace 21 años que Máxima de los Países Bajos y el rey Guillermo Alejandro I tomaron la decisión de casarse. En aquel entonces, él era príncipe porque su madre, la reina Beatriz, todavía no había tomado la importante decisión de abdicar en su favor como hizo en el 2013.
Hoy en día, la ex reina Beatriz sigue con vida y luciéndose de forma pública. Sin embargo, no todos saben que sufrió en carne propia el veto de su matrimonio por parte de varios integrandes de la monarquía neerlandesa. La misma situación vivió su madre y abuela de Guillermo Alejandro I, quien se casó en 1937 con Bernardo de Lippe-Biesterfeld, pero le costó porque su esposo era alemán y muchos desconfiaban de posibles vínculos con la Alemania Nazi.
La huelga de hambre de la reina Beatriz
La leyenda cuenta que la reina Beatriz conoció a Nicolás de Amsberg en 1964 y se enamoró de forma instantánea. Nicolás en realidad se llamaba Klaus von Amsberg, era alemán y había sido parte de las Juventudes Hitlerianas que habían servido en la Whermacht, las fuerzas armadas unificadas de la Alemania nazi.
Estos fueron motivos suficientes para que a la madre del rey Guillermo Alejandro I se le opusieran al casamiento varios protagonistas de la monarquía de Países Bajos. Sin embargo, la futura reina sabía bien lo que quería y no cedió ante tamañas resistencias.
La reina Beatriz realizó una importante huelga de hambre durante 3 días hasta que le aprobaron el matrimonio. La decisión del Parlamento neerlandés fue que Klaus renunciara a su nacionalidad alemana y cambiara su nombre, lo cual hizo por Nicolás. Ellos se casaron en 1966 y estuvieron en pareja hasta el 2002, año en el que él falleció a los 76 años.