El Rey Carlos III ha querido premiar la lealtad de su hermana, la princesa Ana, dotándola de un papel protagonista en su coronación. La única hija que tuvieron Isabel II y Felipe de Edimburgo, de 72 años, es uno de los grandes activos para el monarca, al igual que lo fue para su madre, eso sí, siempre en un discreto segundo plano y con un gran sentido del deber. El soberano ha decidido que Ana de Inglaterra será la Gold-Stick in-Waiting, la persona a la que se le confía la seguridad personal del Rey, todo un honor.
El protagonismo de la princesa Ana se verá después de la solemne ceremonia religiosa de coronación, que tendrá lugar en la Abadía de Westminster el próximo 6 de mayo. Una vez que el Rey Carlos III y Camilla sean coronados realizarán un desfile desde la Abadía de Westminster hasta el Palacio de Buckingham a bordo de la carroza de oro. La persona que encabezará a caballo este cortejo, justo detrás del carruaje del monarca y su esposa, será la princesa Ana a la que le seguirán 6.000 efectivos de las Fuerzas Armadas.
Según la prensa británica, la Princesa Ana está “increíblemente honrada” de esta función que se le ha otorgado y el Rey Carlos III quiere que el mundo vea a su hermana como una “lugarteniente de confianza”.
Este cargo se remonta al siglo XV a la época de la dinastía Tudor cuando los oficiales llamados Gold Stick y Silver Stick eran colocados cerca del monarca para protegerlo del peligro. La figura del Gold Stick suelen desempeñarlo en la actualidad los coroneles de Life Guards y los Blues and Royals, a los que les vemos en los actos ceremoniales.
No será la primera vez que la princesa tenga un papel tan visible en un cortejo real. En la era de Isabel II era común verla montada a caballo en las celebraciones del Trooping the Colour, que marcan el cumpleaños oficial del Rey. En esta oportunidad es el Rey Carlos III quien premiara a la princesa Ana por su lealtad.