En España se llevaron a cabo las elecciones y los resultados afectan al rey Felipe VI y la jura de la princesa Leonor. La princesa este otoño cumple la mayoría de edad y por tanto le corresponderá jurar la Constitución.
Al monarca ya le espera de por sí un agosto bastante atípico y ajetreado ya que sus vacaciones oficiales deben comenzar, como es tradicional, la primera semana de ese mes –coincidiendo con las del presidente de Gobierno–, cuando se instala en el palacio de Marivent.
Las elecciones y el reinado
El rey Felipe VI este verano lo va a tener complicado para encontrar huecos porque el 15 de agosto está previsto que asista a la toma de posesión de Santiago Peña, nuevo presidente de Paraguay, una cita ineludible para él y con la que siempre cumple cuando es investido un nuevo mandatario latinoamericano.
El 17 de agosto, se constituyen simultáneamente el Congreso y el Senado, y el rey pasa a desempeñar uno de los papeles institucionales más importantes que le encomienda la Constitución.
Ese mismo día debe recibir en Zarzuela a la presidenta del Congreso en funciones –en este caso, Meritxell Batet–, quien le informará en persona sobre la composición de las cámaras y le entregará las listas.
Eso no es todo ya que coincide también con el día en el que la princesa Leonor comienza su formación en la Academia General Militar de Zaragoza y es difícil que su padre no asista al día más importante de su hija.
El rey deberá convocar a consultas a "los representantes designados por los grupos políticos con representación parlamentaria", de acuerdo a la Constitución. La finalidad de estas consultas es proporcionar al monarca la información necesaria sobre la composición partidista del Congreso.
De esta manera podrá proponer el candidato con más posibilidades de ser investido en la cámara (normalmente el del partido más votado, en este caso Alberto Núñez Feijóo, es el primero al que se le da la opción).
Es una decisión por supuesto siempre consensuada con los partidos y el rey debe preservar su neutralidad institucional a la hora de tomarla, pero en teoría puede incluso proponer un candidato que ni siquiera sea diputado.
La primera sesión del debate para investir al presidente del Gobierno se celebraría la última semana de agosto o la primera de septiembre, y a partir de ahí se abre un plazo de exactamente dos meses para que el Congreso otorgue su confianza a un candidato.
Si transcurrido ese plazo todavía no hay consenso, se disolverían las Cortes y se convocarían unas elecciones que habrían de celebrarse poco antes de final de año.
De acuerdo al artículo 61 de la Carta Magna, “el Príncipe heredero, al alcanzar la mayoría de edad, y el Regente o Regentes al hacerse cargo de sus funciones, prestarán el mismo juramento [el de guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes y respetar los derechos de los ciudadanos y de las Comunidades Autónomas, que también hace el monarca], así como el de fidelidad al Rey”.
La princesa Leonor cumple los 18 años el próximo 31 de octubre y, si sigue el precedente de su padre, quien lo hizo justo cuando pasó a ser mayor de edad el 30 de enero de 1986, debería realizar el juramento ante el Congreso ese mismo día.
No existe sin embargo una formulación jurídica expresa que obligue a que este acto se tenga que celebrar necesariamente coincidiendo con el cumpleaños de la heredera. Sin embargo una demora hasta 2024 le restaría parte de su valor simbólico y sería también cuestionable celebrarlo ante unas Cortes que estuvieran a punto de disolverse.
De esta manera la princesa Leonor tendrá muchos desafíos por delante. Las elecciones de España le traerán mucho trabajo al rey Felipe VI.