El momento del casamiento es importante para cualquier pareja. Para la realeza también lo es y por eso te vamos a contar sobre la reina que se casó de Balenciaga. Se trata de Fabiola de los belgas.
Fabiola de los belgas se coronó con la diadema más importante de la familia del novio: la conocida como la de Las nueve provincias. Una alhaja que el Gobierno de Bélgica había regalado a la suegra de la novia, la princesa Astrid de Suecia.
Fabiola una reina con mucho estilo
La reina quedó en el recuerdo cuando el 15 de diciembre de 1960 utilizó el traje nupcial de Balenciaga. El desaparecido genio creó para la consorte una pieza de seda con cuerpo entallado y abultada falda fruncida a la cadera, donde descansa una tira de visón blanco.
Además contaba con un adorno que cubría también las clavículas y continuaba ribeteando la capa rectangular que sirve de cola. Tras la muerte del rey Balduino en 1993, Fabiola pasó la diadema a su cuñada, la nueva reina consorte Paola, quien tras la abdicación de su marido, el rey Alberto II, veinte años después, se la traspasó a su nuera, la reina Matilde, esposa del actual rey Felipe.
El vestido fue donado en vida de su propietaria, por ella misma, al Cristóbal Balenciaga Museoa de Getaria (Gipuzkoa). Antes de la boda Carmen Polo, mujer del dictador Francisco Franco, le hizo entrega a la hija de los marqueses de Casa Riera de una corona ducal en el madrileño palacio familiar de Zurbano.
La pieza que utilizó Fabiola de los belgas estaba compuesta por un aro de diamantes montados en oro del que brotan ocho florones engalanados con rubíes e intercalados con perlas. En nombre del pueblo español recibió ocho esmeraldas intercambiables por los rubíes que destacan entre las hojas de acanto.
Los vestidos de novia son siempre muy llamativos y sobre todo los de la realeza. Fabiola de los belgas se destacó en su casamiento por su traje nupcial de Balenciaga.