Las historias de amor en la realeza también se han hecho presente a lo largo de los años. Se trata de historias merecedoras de una película y por eso este San Valentín hemos elegido 3 de las historias más inspiradoras y romáticas para compartirlas con ustedes.
Se trata de las historias de amor entre el príncipe Harry y Meghan Markle, Grace de Mócaco y Raineiro, y Máxima de Países Bajos y Guillermo.
Algunas de las historias de amor de la realeza se dieron y tuvieron lugar contra viento y marea por eso son dignas de contar este San Valentín. Son parejas que a lo largo del tiempo fueron superando todos los obstáculos posibles, hasta algunas de ellas rompieron los protocolos existentes.
Historias de amor en la realeza
Guillermo y Máxima de Países Bajos
Comencemos con esta historia que tuvo origen en Andalucía. Todos recordamos la boda de Guillermo y Máxima de Países Bajos se casaron el 2 de febrero del año 2002 y se habían conocido unos años antes en Sevilla.
¿Cómo se conocieron?
Cuando Máxima trabajaba en Nueva York, una amiga decidió presentarle al heredero neerlandés. Ellos se vieron por primera vez en la caseta del Real Club de Andalucía de la Feria de Abril de Sevilla. Sin embargo, el amor no surgió en el acto, sino que fue en Manhattan.
Al respecto, Máxima Zorreguieta confesó una vez: "Al principio no me llamó la atención. Fue después de hablar mucho".
Con su personalidad, Máxima conquistó no solo a Guillermo, sino a todo el mundo y marcó un hito histórico ya que fue la primera vez que un príncipe y una mujer sin sangre real contrajeron matrimonio.
El príncipe Harry y Meghan Markle
La historia de amor entre el príncipe Harry y Meghan Markle es sin pensarlo dos veces un relato para plasmar en una película de Hollywood donde la actriz de cine conoce, en una cita a ciegas en julio de 2016, al nieto de la Reina de Inglaterra. Parece irreal, pero así fue como sucedió y un año después la pareja se comprometió.
Esta historia dio vueltas en el mundo entero y ni lo que decían, ni los más de 5.700 kilómetros que les separan lograron apagar el amor que se sentían.
En ese tiempo, Meghan Markle vivía en Toronto y el príncipe Harry en Londrse, sin embargo y según declaraciones de ellos mismos, “nunca pasaron más de dos semanas” sin verse.
Si bien hasta ese entonces mantenían la relación en secreto, comenzaron a aparecer las primeras imágenes de los dos juntos y el Palacio de Kensington difundió un comunicado oficial en el que se refería a la futura Duquesa como la "novia" del Príncipe, además de pedir respeto frente al "acoso” que estaban recibiendo por parte de los medios.
Allí comenzaron a compartir eventos juntos y tras aparecer juntos en los Juegos Invictus, creados por el príncipe Harry, Meghan conoció a Isabel II en el Palacio de Buckingham.
Posteriormente, el príncipe Carlos hizo público el compromiso oficial de su hijo, y Meghan pasó la primera Navidad con los Windsor. Vale señalar que nunca antes la reina Isabel II había invitado a una novia real a Sandringham.
El 19 de mayo de 2018, el príncipe Harry y Meghan Markle se casaron en la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor. Y si bien todo parecía indicar que la integración de la duquesa de Sussex en el seno de los Windsor era completa, lo real es que no fue así.
El 8 de enero de 2020 el príncipe Harry decide retirarse de sus deberes como miembros de alto rango de la Familia Real británica y se mudó junto a Meghan su residencia en California, donde formaron una familia y tuvieron dos hijos.
Rainiero y Grace de Mónaco
La historia entre Grace de Mónaco y Rainiero es más bien una historia que tiene un inicio de hadas pero culmina con un final trágico. Ellos se conocieron gracias a Pierre Galante, un editor de un conocido diario francés que organizó una sesión fotográfica de Grace Kelly con el Príncipe Rainiero en palacio. Allí reunió a dos guapos solteros en un bonito escenario.
Durante el encuentro dieron un paseo ya la mañana siguiente, Grace le envió una nota de agradecimiento. Aparentemente no había pasado anda, pero algo se encendió la chisma del amor.
Raniero de Mónaco quedó tan encantado con Grace que le pidió matrimonio sin ceremonias ni fanfarria a lo que ella inmediatamente respondió que sí. Un martes 5 de enero de 1956 hicieron oficial su compromiso y el 19 de abril del mismo año se casaron en la catedral monegasca de San Nicolás.
Vivieron años de mucha felicidad y tuvieron tres hijos, los príncipes Carolina, Alberto y Estefanía. Sin embargo, en 1982, Grace sufrió un trágico y accidente de tráfico que la dejó en coma. Falleció a sus 53 años.
Raniero III siempre la recordó con mucho amor y al cumplirse el 20º aniversario de su fallecimiento le dedicó una sentida carta.
"Fue una mujer perfecta. Un ser especial que con su sola presencia provocaba la admiración de todos. Estará siempre presente en nuestros corazones", dijo en ese momento Raniero, quien falleció en abril del 2005, a los 81 años.
Estas historias de amor en la realeza fueron trascendentales y superaron cualquier obstáculo por eso este San Valentín las recordamos con mucho respeto y admiración para que compartas estas historias con tu pareja.