El príncipe Harry, quien estuvo envuelto en un escándalo luego de que una bailarina lo extorsione con revelar fotos íntimas, volvió a colocarse en el ojo de la tormenta. Sucede que durante la madrugada, varios agentes de policía registraban la mansión en Miami, y también en Los Ángeles, de Puff Daddy.
En el marco de una investigación sobre violación, agresión sexual y trata de personas, un equipo de agentes de la Seguridad Nacional de Estados Unidos allanó las mansiones que el famoso cantante y productor tiene en Los Ángeles y Miami.
El operativo tuvo lugar durante la jornada de ayer y, para sorpresa de la corona británica, el príncipe Harry aparece mencionado en una de las demandas que impulsó la inspección.
El vínculo del príncipe Harry con Puff Daddy
El nombre del hijo menor del rey Carlos III, el príncipe Harry aparece en una de las demandas contra Sean ‘Diddy’ Combs.
Si bien los documentos judiciales presentados en Estados Unidos el mes pasado no sugieren ninguna irregularidad por parte del príncipe Harry y no pesa sobre él acusación alguna, su nombre aparece mencionado una vez en las 73 páginas del escrito, informó el Daily Mail.
El productor discográfico Rodney Lil Rod Jones, quien según el medio inglés presentó la demanda contra Combs, aseguró que la “afiliación” entre el cantante Puff Daddy y el duque de Sussex le dio ‘legitimidad’ a él y a sus asociados.
Los abogados de Lil Rod explicaron que Combs hacía que sus invitados se sientan atraídos a participar de sus fiestas por su “acceso a celebridades como atletas famosos, figuras políticas, artistas, músicos y dignatarios internacionales como la realeza británica y el príncipe Harry”.
Tanto el príncipe William como su hermano menor se reunieron con Combs en una fiesta posterior al concierto que organizaron para agradecer a todos los que participaron en 2007 en el Concierto para Diana, en el Estadio de Wembley. Sin embargo, el príncipe Harry no figura en los documentos judiciales.
La denuncia contra Puff Daddy
La exnovia de Puff Daddy, conocida como Cassie, lo acusa de violarla y agredirla físicamente repetidas veces, así como de obligarla a tener relaciones sexuales con prostitutos delante de él. Otra mujer lo acusa de drogarla y violarla, grabando la secuencia y distribuyendo después las imágenes.
Y, además de otra demanda de agresión sexual, hay una última igual de perturbadora que acusa a Sean Combs y a Harve Pierre, expresidente del sello Bad Boy, de violar en grupo a una menor de 17 años y traficar sexualmente con ella.
Varias de las demandas que enfrenta el cantante se hicieron bajo el amparo de la Ley de Víctimas de Violencia de Género de Nueva York, que permite a los supervivientes de la violencia de género presentar demandas civiles contra sus agresores, incluso una vez transcurrido el plazo de prescripción.
El príncipe Harry tiene una racha mala con respecto a temas legales. Cabe destacar que hace algunas semanas Donald Trump insinuó que quiere deportarlo por sus dichos. Hasta el momento, ni el Duque ni el palacio hablaron al respecto.