En toda familia real hay una historia trágica, como la de la princesa Margarita, quien murió a los 71 años en una profunda depresión. Sin embargo, hay otras princesas que perdieron la vida muy jóvenes y dejaron un gran vacío. Especialmente luego de que su familia encontrara un escrito que predecía su muerte.
¿Qué princesa predijo su muerte?
Se trata de Filippa Sayn-Wittgenstein-Sayn, quien era la cuarta de los siete hijos del príncipe Alexander, el actual jefe de la casa Sayn-Wittgenstein-Sayn, y su mujer, la condesa Gabriela de Schönborn-Wiesentheid. A su vez, era hermana de Casimir, el ahora exesposo de Corinna Larsen, la empresaria con la que el rey emérito Juan Carlos I de España mantuvo una relación ilícita.
La joven princesa creció en Sayn, en una casa de campo que construyeron sus bisabuelos luego de la Segunda Guerra Mundial, debido a que el castillo que pertenecía a la familia, que databa del siglo XVII, fue destruido poco antes del final del conflicto. En 1982 comenzó su restauración y hoy está abierto al turismo.
Filippa Sayn-Wittgenstein-Sayn era descendiente de uno de los linajes de nobles más importantes de Alemania, y que tiene entre sus antepasados a los mismísimos Reyes Católicos. Estudiaba comunicación y fotografía, hasta que la noche del 30 septiembre de 2001, el destino marcó su final en una ruta de Cornualles, Reino Unido.
¿Cómo predijo su muerte la princesa Filippa Sayn-Wittgenstein-Sayn?
Todo ocurrió cuando el auto en el que viajaba con el reconocido fotógrafo Roberto Sisini, para quien había comenzado a trabajar, chocó contra otro y causó la muerte de ambos. Tan solo unos pocos meses antes, la joven había contraído matrimonio y fue luego de la luna de miel que la princesa emprendió su viaje al Reino Unido.
Tanto marcó el fallecimiento de Filippa en la familia real que nadie más entró en la habitación de la princesa hasta que Ingrid, el ama de llaves desde hacía más de 30 años, entró a limpiarla en diciembre de 2001. Al hacerlo, la mujer encontró algo impactante, una "premonición" de que la joven moriría, varios meses antes, escrita el 18 de enero de 1998 en su propio diario íntimo.
“Con las siguientes palabras quiero dejar constancia que amo a mis padres por encima de todas las cosas. En caso de que me pasara alguna cosa, que hiciera inesperadamente el viaje a la casa del Cielo, quiero que mis padres lo sepan”.
Los textos de la princesa Filippa Sayn-Wittgenstein-Sayn emocionaron tanto a su familia que rápidamente hicieron copias de algunos fragmentos para compartirlos entre los más cercanos y, en algún momento, a alguien se le ocurrió la idea de compilar sus memorias. Así nació en 2004 El ángel de Filippa, que rápidamente se agotó en las librerías.
Filippa descansa hoy en las afueras de Montegemoli, el pueblo italiano donde habría establecido su hogar con su marido. Sobre su tumba, enmarcada por dos ángeles, se lee una frase de su diario: “Te amaré, te respetaré y veneraré por toda la eternidad, llueva, haya tormenta y sople el viento o haya sol, estés o no más allá de la muerte. Filippa”.