Muchos miembros de la familia real tuvieron vidas trágicas rodeadas de traición, como fue el caso de Lady Jane quien fue despojada de la Corona por sus familiares y ejecutada. Sin embargo, otros miembros de la realeza fueron los que traicionaron a sus pares a cambio de beneficios.
¿Quién fue el rey que le dio la espalda a su familia y tuvo relación con los nazis?
Se trata de Eduardo VIII, quien traicionó a la familia real y dejó una huella imborrable en la historia de la realeza. Todo ocurrió luego de que haya entregado planos del Palacio de Buckingham que permitieron que Adolf Hitler bombardearlo en 1940, durante la Segunda Guerra Mundial.
El tío abuelo del rey Carlos III de Inglaterra, hasta su abdicación en 1936 para casarse con la estadounidense Wallis Simpson, había visitado a Hitler tres años antes y confesó estar de acuerdo con ciertas ideas del nazismo. Esto se descubrió gracias a cartas que se conservan en los Archivos Reales de Windsor.
Además, visitó un campo de concentración de prisioneros judíos y dijo una vez que Hitler "no es un mal tipo". En 1941, el palacio de Buckingham, fue bombardeado por los nazis mientras el rey Jorge VI (hermano de Eduardo) y la reina Isabel estaban allí. "Los nazis sabían lo que estaban haciendo y eso es porque tenían información privilegiada del duque".
¿Por qué alejaron al rey Eduardo VIII del trono?
Eduardo VIII se encontraba en una relación con Wallis W. Simpson, una millonaria americana divorciada. Esto por supuesto no fue aprobado por la Casa Real y el Gobierno británico, debido a las normas contra los matrimonios con divorciados. A pesar del rechazo de su padre, el monarca insistió en que Wallis fuera aceptada por la familia real.
Tras la muerte de su padre en enero de 1936, el monarca ascendió al trono. Sin embargo, la presión pública sobre Wallis se intensificó, llevándola a retirarse al sur de Francia. Esto porque la Iglesia anglicana y el Gobierno se opusieron rotundamente a la unión, amenazando incluso con dimisiones masivas.
Eduardo VIII tuvo que elegir entre su reinado y su amor por Wallis. Optó por abdicar el trono y casarse con ella. El 3 de junio de 1937, la pareja se casó en el castillo de Candé en Francia, en una ceremonia que fue vista como una provocación hacia la memoria de Jorge V. Ningún miembro de la familia real británica asistió al enlace.
Después de su boda, el monarca y Wallis llevaron una vida lujosa en Francia. Con el tiempo, Eduardo logró reconciliarse con su familia, pero Wallis nunca fue aceptada por su suegra, la reina María. La pareja no asistió a la coronación de Isabel II en 1953, aunque se reunió con la monarca en 1972 durante una visita oficial a Francia.