Muchas reinas de la corona tuvieron terribles finales, como la que murió a los 28 años tras un accidente con su helicóptero. Aunque en esta oportunidad hablaremos de una de las monarcas que marcaron la historia luego de ser obligada a abandonar su puesto, traicionada por su propio padre y finalmente ejecutada.
¿Quién fue la reina que murió traicionada y ejecutada?
Se trata de Lady Jane Grey (1537–1554) quien fue reina de Inglaterra durante tan solo nueve días, entre el 10 y el 19 de julio de 1553. Formando así parte de las cientos de historias trágicas y truculentas que pueblan la Historia inglesa.
Al morir Enrique VIII en 1547 lo sucedió en el trono de Inglaterra su único hijo varón superviviente, Eduardo VI. Aunque el nuevo rey moriría sin hijos poco tiempo después, con apenas quince años, tuvo tiempo suficiente para nombrar heredera a reina a una prima lejana, Jane Grey.
El problema surge cuando, eligiéndola a ella, Eduardo VI pasó por alto los derechos sucesorios de su propia hermana, María, que de hecho era la primogénita de Enrique VIII. Esto pudo deberse al deseo del rey de que la Corona inglesa se mantuviera fiel a la fe anglicana, dado que María era una ferviente católica.
Tras morir Eduardo, Lady Jane aceptó la sucesión, aunque los libros aseguran que tuvo cierta reticencia, y subió al trono de Inglaterra. La joven no contaba, sin embargo, con la tremenda popularidad de María entre los súbditos ingleses, que protestaron abiertamente contra la nueva reina.
¿Cómo murió Lady Jane?
Pocos días después de su acenso a la corona inglesa su proclamación, Jane Grey fue despojada de la Corona y pasó a manos de María, además fue acusada de usurpar el trono y encerrada en la Torre de Londres. Su ejecución se decidió para febrero de 1554.
Bastaron un par de días para que muchos de los partidarios de Lady Jane la abandonaran. Entre ellos, su propio padre, el duque de Suffolk, quien convenció fácilmente a su hija de que renunciara a la corona. De esta manera, la "reina de los 9 días" fue ejecutada, junto a su esposo, el 12 de febrero de 1554.
Se cuenta, y así lo muestra Delaroche en su pintura, que se le vendaron los ojos e, incapaz de encontrar el bloque sobre el que debía apoyar la cabeza, tuvo que pedir ayuda al teniente de la Torre. La joven reina iba vestida con un corpiño y enaguas blanquísimas que el artista pintó con detalles