Uno de los hombres más atractivos dentro del cine mexicano durante los 60 fue sin duda Andrés García. El actor dominicano se ganó al público no solo por su actuación sino por su poder de seducción que atrajo a miles de mujeres dentro y fuera del medio. De padres españoles, su familia buscó refugio en México tras algunos conflictos en República Dominicana, lugar donde decidieron escapar durante la Guerra Civil Española.
Viviendo en Acapulco y trabajando como lanchero con una vida modesta, a sus veinte años fue descubierto por productores de cine quienes vieron potencial en él por su atractiva imagen, por lo que se acercaron a él mientras Andrés García trabajaba en su lancha. Posteriormente inició su carrera como actor y desde ese entonces, las mujeres y el éxito en la industria no dejaron de llover.
¿Cómo lucía Andrés García en su juventud?
Con 25 años y una fisionomía increíble, se le propuso protagonizar una película que sin dudas lo llevó al estrellato: 'Chanoc'. Basada en una serie de historietas de aventuras y comedia que se desarrolla en el pequeño pueblo de Ixtac, en el Pacífico mexicano. Chanoc es un pescador de oficio y aventurero por vocación, quien protagoniza emocionantes historias acompañado de su padrino Tzekub Baloyán, el cual lo trata con afecto y lo llama “cachorro”, pese a ser Chanoc quien lo salva de apuros y de hacer el ridículo.
Para este personaje no fue necesaria mucha preparación para las escenas en el mar, ya que como lanchero, Andrés tuvo facilidad de hacer las escenas de riesgo sin ningún doble y solo preparándose con una serie de ejercicios para acondicionar y marcar los músculos. Sin duda muchas mujeres amaron el verlo en traje de baño y presumiendo sus bien trabajados abdomen y brazos. Después de esta película, vinieron nuevos proyectos para cine y televisión.
En la actualidad, Andrés García tiene 81 años y está en lucha contra algunas enfermedades de la edad, del mismo modo que la controversia lo persigue derivado a una pelea que tuvo con su hijo Leonardo quien ha dicho que la esposa de su padre, Margarita Portillo, lo ha forzado a vender sus propiedades y lo manipula. Andrés no se ha quedado callado, negando en más de una ocasión las palabras de su hijo.