La reina Isabel II fue una de las monarca que más tiempo estuvo al frente de su reino. Sin embargo visitó una única vez en España hace 35 años. Para ello lució una tiara específica y muy linda.
La visita a España fue del 17 al 21 de octubre de 1988. Los reyes Juan Carlos y Sofía habían viajado a Reino Unido dos años antes, también de forma oficial.
La primera noche de la excursión de su graciosa majestad, como es costumbre en estos periplos de Estado, el monarca local ofreció una cena de gala en honor de la visitante, que acudió acompañada de su esposo, el príncipe Felipe, duque de Edimburgo.
La tiara que utilizó la reina Isabel II
La reina Isabel II combinó su modelo blanco con la diadema a la que se refería cariñosamente como “la tiara de la abuela”. La base de diamantes de esta joya es flexible, por lo que se puede llevar como corona.
También se puede desmontar y lucir como collar y la cenefa inferior se puede usar como bandeau sobre la frente. Originalmente estaba rematada con unas perlas orientales que en 1914 fueron retiradas y añadidas a la tiara del nudo de los enamorados, propiedad también de la reina María.
Una de las favoritas de las dos últimas princesas de Gales: Diana Spencer y su nuera póstuma Kate Middleton. Las perlas se sustituyeron por diamantes procedentes de una diadema que el condado de Surrey había regalado a la reina María con motivo de su enlace y que había sido desmontada para crear nuevas piezas.
La madre de Eduardo VIII y Jorge VI conservó la tiara De las damas hasta que en 1947 se la regaló a su nieta, la princesa Isabel, cuando se anunció su compromiso con el príncipe Felipe de Grecia.
La reina viuda le entregó la tiara y la bandeau a la vez pero como cuerpos independientes. Años después, reina Isabel II le contó al artista Rolf Harris que no fue hasta después de la muerte de su abuela, acontecida en 1953, cuando se dio cuenta de que ambos diseños podían llevarse juntos.
De esta manera la tiara es una parte importante de la realeza. Para su visita a España, la reina Isabel II eligió muy bien el tocado de su cabeza.