El tiempo pasa para todos e incluso para los famosos. En esta nota te vamos a contar sobre cómo luce la hija de Jack Nicholson a sus 33 años. Actualmente Lorraine se encuentra alejada de las cámaras y lejos del set de grabación. Su periodo como actriz duró poco.
El nombre de la mujer es Lorraine Nicholson, tiene 33 años y es la hija de los actores Jack Nicholson y Rebecca Broussard, por lo que desde pequeña se crio entre sets de filmación, flashes, libretos y grandes figuras de la industria.
Nació el 16 de abril de 1990 en Los Ángeles, Lorraine heredó el nombre de una tía paterna. Tiene un hermano menor llamado Raymond y dos medios hermanos, Jennifer Nicholson y Caleb Goddard, ya que sus padres se separaron cuando ella tenía cuatro años.
A los 13 años debutó como actriz extra en la película Alguien tiene que ceder, protagonizada por Nicholson y Diane Keaton. En 2006 tuvo una participación en la comedia de Adam Sandler Click: perdiendo el control, y en 2008 le puso voz a Katie en el film animado Vamos a la luna.
Tres años después consiguió su primer papel importante en Desafío sobre olas, interpretando a la mejor amiga de Bethany Hamilton, Alana Blanchard, quien estaba allí para ayudarla después de que un ataque de tiburón le amputara el brazo izquierdo.
Sin embargo, no tenía esa naturaleza confiada que debe tener una actriz y soñaba con algún día escribir, dirigir y crear mis propios proyectos”, confesó quien en 2012 se recibió de licenciada en Artes Literarias en la Universidad de Brown.
Así luce actualmente
Lorraine está escribiendo una historia basada en las vivencias de una bailarina que lo perdió todo cuando se casó con un administrador de dinero que engañaba a los inversores empleando la técnica del esquema Ponzi, un tipo de estafa piramidal.
Además, la ex actriz está desarrollando un podcast sobre la actriz griega Helena Kallianiotes, musa de la artista visual norteamericana Eve Babitz. “Me atraen mujeres que son escoria”, confesó mientras aclaraba que “en la industria cinematográfica es muy importante crear tu propia suerte y proyectos para brindar a otras personas oportunidades realmente sólidas”.
La escritura, la dirección y las clases de tai chi son sus grandes pasiones. También organizar cenas junto a personalidades icónicas tanto del viejo como del nuevo Hollywood, algo que según ella heredó de sus propios padres.
Sus vecinos tampoco pasaban desapercibidos. De hecho, Lorraine contó una anécdota que vivió junto a Marlon Brando en su edificio. Según su propio relato, en una ocasión perdió su diario y cuando lo recuperó tenía una nota del mismísimo protagonista de Un tranvía llamado deseo que decía: “Querida Lorraine, dejaste esto en el camino de mi entrada. Amor para ti, el gordo de al lado”.
En cuanto a cómo fue criarse en el seno de una familia de actores, Lorraine contó algunos detalles que ahora le dan gracia pero que, en su momento, la avergonzaban. Es que, como buen artista de método, su padre se preparaba para sus papeles 24/7 y se ponía en personaje sin importar donde estuviera.
En este sentido, la joven recuerda la preparación que Nicholson tuvo para su film Lobo y reveló que cuando se iba al colegio su padre se despedía de ella “aullando y gritando al coche”.
El trabajo de actriz de Lorraine no duró mucho. Sin embargo la hija de Jack Nicholson se encuentra abocada a lo que le gusta. El paso del tiempo es evidente.