Hay un periodista de nuestro país recordado con mucho respeto por la gran labor que hacía. Tenía gran influencia en la década del 70 y del 80 y sus investigaciones lo llevaron a mostrar los lazos de los narcos con el poder. Sin embargo, esto le costó la vida y fue asesinado hace 40 años.
¿Quién es el periodista asesinado por destapar una cruda verdad?
Se trata de Manuel Buendía Tellezgirón. El periodista tenía una conocida columna llamada Red privada, difundida por el diario Excélsior.
En esta columna abordaba temas delicados como la presencia de la CIA en México o el narcotráfico y la corrupción gubernamental que se vivía durante esa época.
¿Cómo murió Manuel Buendía Tellezgirón?
Según la información aportada por testigos, Manuel Buendía Tellezgirón fue abatido por un hombre con gorra militar que le disparó en cuatro oportunidades por la espalda.
El periodista falleció a sus 58 años. Y según las investigaciones de la Comisión Nacional de derechos Humanos, su asesino habría sido Rafael Moro Ávila, un agente de la Dirección Federal de Seguridad.
Sin embargo, otra versión indica que su homicidio habría sido planificado por aquel entonces, el secretario de defensa, Juan Arévalo Gardoqui. En ese tiempo gobernaba el presidente Miguel de la Madrid Hurtado.
El periodista fue sorprendido la noche del 30 de mayo de 1984 cuando salía de su oficina cerca del cruce de la Avenida Insurgentes y Paseo de la Reforma. Allí lo mataron.
¿Por qué mataron a Manuel Buendía Tellezgirón?
Manuel era un simpatizante de PAN (Partido Acción Nacional), aunque con el tiempo se fue alejando de la política en sí para dedicarse de lleno al periodismo.
Sus investigaciones fueron el motivo de su muerte. Abordaba temas como la delincuencia en el sistema político mexicano y al desenmascarar a algunos funcionarios se ganó varios enemigos.
Sus reportajes de investigación enfurecieron a muchos y lo convirtieron en blanco frecuente de amenazas de muerte. Tal es así que el revelar los lazos narcos con el poder le costó la vida hace más de 40 años. Sin embargo, su nombre sigue siendo un símbolo del buen periodismo y ha recibido varias condecoraciones post mortem.