Dentro del Cine de Oro mexicano encontramos historias de vida real que parecen sacadas de la ficción, como la de Miroslava Stern. Pero hoy hablaremos de otra actriz que tuvo una dura realidad, pese a sus años de como estrella de la época dorada.
En su momento fue una famosa actriz que trabajó junto a grandes celebridades de ese momento, pero que con el correr de los años la desdicha decidió acompañarla, tal es así que perdió a sus hijos y terminó sus últimos días en un asilo.
¿Quién es la actriz del Cine de Oro que vivió en un asilo?
Se trata de Martha Roth, quien logró ser una de las italianas más renombradas en el país. Martha llegó a la Ciudad de México cuando era sólo una niña, arribó junto a sus padres y la familia se estableció en tierras aztecas.
Desde muy joven decidió cuál era el camino que quería tomar, siempre se sintió atraída por la música y el arte dramático. Por lo que estudió ambas disciplinas y comenzó poco a poco a moverse en el ambiente.
Además, su inigualable belleza la llevó a participar en varios concursos de belleza y este fue su pase directo al cine. Tal es así, que logró posicionarse como una de las actrices más importantes de México durante la época del Cine de Oro.
¿Cuál fue el trágico desenlace que dio un giro en su vida?
A sus 20 años, Martha se casó con Rubén Fuentes, quien era uno de los compositores más importantes de ese tiempo. Con él tuvo dos hijos: Leonardo y Alejandro.
Pero pese al éxito rotundo que tenía en su carrera profesional y la hermosa familia que había formado, Roth pasó sus últimos días en soledad y muy triste. Esto debido a que tras 20 años de matrimonio, decidió separarse.
Y como si fuera poco, en ocasiones diferentes, perdió a sus dos hijos, quienes murieron y esto acabó con la felicidad de la actriz. En 1984 murió Leonardo en un trágico accidente automovilístico y posteriormente, en el año 2000, falleció su otro hijo, Alejandro.
Según las declaraciones de sus allegados, en sus últimos días, una de las estrellas del Cine de Oro no tuvo un buen final. Martha Roth prefirió pagar un asilo para sus días finales y así evitar “ser un estorbo” para sus seres queridos.