En los años '60, terminada la época del Cine de Oro, el director mexicano Ismael Rodríguez buscaba un actor de talla internacional para protagonizar su próxima película, una historia profundamente arraigada en la cultura mexicana, al igual que los 10 mejores films para celebrar el Día de la Independencia.
Durante esa búsqueda, vio una película en la que un actor japonés lo maravilló tanto que decidió emprender una búsqueda hasta dar con el y hacerlo actuar en sus obras. ¿El resultado? Una cinta candidata al Oscar y un oriental que conquistó a México.
¿Por qué un japonés fue parte de una película de Ismael Rodríguez y quién era?
Impresionado por la actuación de Toshiro Mifune, Ismael Rodríguez decidió que el actor japonés, conocido por su trabajo en clásicos como "Los siete samuráis" y "Rashomon", era la elección perfecta para su nuevo proyecto.
Así, Rodríguez viajó a Japón para convencer al actor de unirse a su ambicioso film, a pesar de que Mifune no hablaba español ni tenía experiencia en películas fuera de Asia.
El desafío más grande para Toshiro Mifune fue interpretar a un indígena oaxaqueño en la película "Ánimas Trujano", un personaje completamente ajeno a su cultura y lengua.
Para superar este obstáculo, Mifune se comprometió de lleno con el papel, aprendiendo de memoria todas sus líneas en español, a pesar de no entender su significado. Su dedicación fue tal que logró una pronunciación clara y convincente.
Sin embargo, la producción decidió doblar su voz en postproducción con el actor mexicano Narciso Busquets, para asegurarse de que el personaje mantuviera la autenticidad cultural que requería la historia.
¿Qué impato tuvo la participación de un japonés en una película mexicana?
La participación de Toshiro Mifune en "Ánimas Trujano" marcó un hito en el cine mexicano al ser una de las primeras veces que una estrella de renombre internacional, y sobre todo, un actor japonés, se integraba en una producción de tal magnitud en México.
El deseo de Ismael Rodríguez era ampliar las fronteras del cine nacional, trayendo a un actor que, si bien era ajeno a la cultura mexicana, tenía un magnetismo y presencia que encajaba a la perfección en la trama.
Además, la película fue un éxito de crítica, llegando a ser nominada al Oscar a la mejor película extranjera en 1962.
¿Qué pasó tras la colaboración entre Mifune y Rodríguez?
Aunque "Ánimas Trujano" no pertenece a la Época del Cine de Oro mexicano, como a veces se menciona erróneamente, sigue siendo una cinta clave en la historia cinematográfica del país, especialmente por la colaboración única entre Ismael Rodríguez y Toshiro Mifune.
La interpretación de Mifune, a pesar de ser doblada, es recordada como una muestra de su gran versatilidad como actor, capaz de adaptarse a cualquier cultura y entorno. Para Toshiro Mifune, trabajar en "Ánimas Trujano" no solo fue un desafío actoral, sino una forma de expandir su carrera fuera del cine japonés.
Si bien era ampliamente conocido por sus colaboraciones con Akira Kurosawa, esta película le permitió acercarse a una nueva audiencia y formar parte de una historia diferente a las que había trabajado hasta entonces.
Hoy en día, "Ánimas Trujano" es considerada una obra clásica del cine mexicano, no solo por su trama y dirección, sino también por el hecho de contar con una leyenda del cine japonés como Toshiro Mifune en su elenco.
¿Cuánto duró la época del Cine de Oro de México?
El Cine de Oro mexicano duró aproximadamente 23 años, desde 1936 hasta 1956. Este periodo se caracterizó por una producción cinematográfica de alta calidad y un gran éxito tanto a nivel nacional como internacional.
Durante estos años, México se convirtió en un referente del cine en América Latina, con películas que reflejaban la cultura, las tradiciones y las realidades sociales del país.
El auge del cine mexicano coincidió con la Segunda Guerra Mundial, lo que permitió que las producciones mexicanas ganaran terreno en el mercado internacional debido a la disminución de la producción cinematográfica en Europa y Estados Unidos.
Directores como Emilio Fernández y actores como Pedro Infante y María Félix se convirtieron en íconos de esta época, conquistando al público, hasta que por estos motivos desapareció la mejor época mexicana de la pantalla grande.