Manuel Ojeda es sin duda uno de los rostros más emblemáticos del cine y la televisión mexicana, y su inconfundible bigote se convirtió en una marca registrada a lo largo de su carrera, aunque no forme parte del top 5 de los actores más guapos de la historia del cine mexicano.
Nacido el 4 de noviembre de 1940 en Baja California Sur, este actor forjó su camino con personajes profundos y oscuros, consolidándose como uno de los grandes villanos de las telenovelas y películas.
Sin embargo, en sus primeros años, antes de ser reconocido como el “actor del bigote”, su imagen era muy distinta.
¿Cómo lucía Manuel Ojeda en sus primeros años como actor?
Ojeda comenzó su formación actoral en el Instituto de Bellas Artes, donde desarrolló la pasión por el teatro que marcaría sus inicios profesionales. Durante la década de los 70, cuando dio el salto al cine, el actor todavía no llevaba el bigote que lo caracterizó en sus papeles más conocidos.
En su juventud, Ojeda tenía una apariencia fresca y delgada, con un semblante serio que ya demostraba la capacidad para interpretar personajes intensos. Su debut en la pantalla grande llegó con la película El Apando (1976), donde interpretó a Polonio, un reo que lucha contra la adicción en la prisión de Lecumberri.
En este filme, Manuel Ojeda aún no lucía su bigote, pero su actuación fue lo suficientemente impactante como para obtener una nominación al Premio Ariel.
¿Cuándo comenzó Manuel Ojeda a usar su icónico bigote?
Fue durante los años posteriores a su participación en El Apando que el bigote comenzó a formar parte de su imagen. En la película Pedro Páramo (1977), Ojeda ya comenzaba a dejar ver ese tupido vello facial que, poco a poco, se convertiría en parte esencial de sus personajes.
Para ese entonces, su aspecto delgado y su expresión dura aún predominaban, pero su bigote empezó a ser protagonista.
Este estilo continuó en sus papeles de la década de los 80, como en Fuego en el mar y El infierno de todos tan temido, ambas de 1981, donde su presencia en pantalla comenzaba a ganar mayor fuerza y reconocimiento.
¿Cómo afectó su bigote a los personajes que interpretó Manuel Ojeda?
La transformación de Ojeda no fue solo física. Su bigote también añadió una dimensión más severa y madura a sus personajes, especialmente en el mundo de las telenovelas, donde rápidamente fue identificado como un villano por excelencia.
En melodramas como La traición (1984) y De pura sangre (1985), su bigote ya formaba parte de su sello personal, y su capacidad para dar vida a personajes oscuros, calculadores y temibles le ganó un lugar importante en el corazón del público.
¿Cuál fue el impacto de la carrera de Manuel Ojeda en Hollywood?
A principios de los años 80, Ojeda tuvo la oportunidad de mostrar su talento fuera de México, en Romancing the Stone (1984), conocida en español como Dos bribones tras la esmeralda perdida.
Ojeda interpretó al coronel Zolo, un villano que, con su bigote imponente, se enfrentaba a los protagonistas de la cinta, Michael Douglas y Danny DeVito.
Este papel marcó su entrada en el cine internacional y mostró que su imagen de villano era igualmente efectiva más allá de las fronteras mexicanas.
¿En cuántos proyectos actuó Manuel Ojeda?
Con más de 270 proyectos en cine y televisión, Manuel Ojeda se mantuvo dignamente en la industria del entretenimiento.
Su bigote, que lo acompañó en la mayoría de sus papeles, fue más que un simple rasgo físico: se convirtió en un símbolo de su capacidad para encarnar personajes poderosos, villanos y figuras históricas como Porfirio Díaz en El vuelo del águila.
Así, Manuel Ojeda consolidó su lugar como uno de los actores más conocidos y respetados de México, al igual que el querido actor que murió ahogado en una laguna tras pasarse de copas.