La pregunta "¿El karma realmente existe entre las personas?" se ha vuelto más normal de lo que parece, e incluso ya no solo se lo preguntan quienes practican el budismo. El karma es conocido como un espíritu de justicia y/o equilibrio, pero para algunas personas tiene otro significado.
El karma proviene de un vocablo del sánscrito, que al traducirlo al español significa “hecho” o “acción”. Partiendo de la perspectiva de algunas religiones que son dármicas, como en el caso del hinduismo y el budismo, el karma tiene que ver con energía. Que es desprendida por cada una de las acciones que realiza el individuo y que se refleja en las reencarnaciones.
No obstante, el karma se basa en algunas leyes que siguen la idea de que cada reencarnación posee varias influencias de los actos llevado a cabo en las vidas anteriores. No solo los actos, sino que las palabras, pensamientos, también son actitudes que condicionan al karma en una persona.
Estos son los motivos que afirman que existe el karma
- Siempre regresa con más fuerza: Si en algún momento alguna persona intenta hacer un pequeño acto desagradable para otra, sin importar que sea sin intención, el karma regresará dicha acción con diez veces más fuerza.
- No distingue edad: Como bien se sabe, el karma es la energía que se desprende de las acciones que realiza el individuo. Y esto se aplica a cualquier género sin importar la edad.
- Es imposible escapar del karma: Pese a que un individuo haya realizado algo negativo o positivo en días, semanas o años anteriores, en cualquier motivo esa energía regresa y no de la mejor manera.
- Implacable si atacas la naturaleza: A veces, incluso querer cortar un árbol representa un acto de tanta energía que la naturaleza responderá a ella.
- El karma puede transformarse en cualquier objeto que sea cotidiano: Hasta un simple lápiz puede actuar como canal para la manifestación del karma.