El tratamiento de la quimioterapia suele ser doloroso, penoso y difícil de afrontar. Mas aún si quien lo debe llevar a cabo es un niño o una niña, donde su vida depende de un hilo y todo su futuro está a merced de su cuerpo y la ciencia. Sin embargo, las personas que atraviesan este difícil momento normalmente son acompañados por un equipo de profesionales que se encuentran a disposición en todo momento.
En los últimos días se viralizó un vídeo en TikTok donde una niña que finalizó el tratamiento de quimioterapia se mostró feliz y contenta por el logro bailando junto a la persona que la acompañó durante el año del proceso, su enfermo. Él cuenta que al ingresar un día al cuarto donde ella se encontraba internada, su pequeña paciente le propuso hacer un vídeo y la madre de ella puso música.
“El baile de la victoria” es como se lo bautizó a este bello momento inmortalizado en el recuerdo de la familia de la niña y en la mente de Daniel Yolan, el enfermero. Muchos son los niños que se encuentran actualmente con la firme promesa de que cuando logren superar el tratamiento de la quimioterapia, harán la misma coreografía con su enfermero y amigo.
El lugar de los hechos es la Fundación Hospitalaria de Saavedra, Buenos Aires, donde Daniel Yolan realiza su trabajo con su ambo celeste luego de haber nacido hace 46 años en la ciudad de Laprida. Estudio apenas terminado el secundario la carrera de auxiliar de enfermero y hasta el día de hoy se dedica a esta ardua tarea.
Con respecto a la relación que estableció con esta paciente, Daniel Yolan detalla que “Cada vez que hacía quimios, que se las inyectaba, ya eran todos niños que venían en tratamiento hasta que me tocó la primera paciente que empezó conmigo. Era Milena. Cuando la vi y vi a su mamá y papá, dolidos por el diagnóstico que tenía, los acompañé y con Mile, tuvimos ese primer contacto y supimos que nos íbamos a llevar bien siempre”.
El martes 27 de diciembre fue un día especial para Daniel Yolan, él lo relata de la siguiente forma “Yo la estaba esperando muy nervioso porque era la última y se dio la coincidencia de que la primera médica que la recibió en la primera internación fue la que estuvo también en la última visita. Mientras esperábamos que llegara la quimioterapia grabamos el video, jugamos, nos divertimos. ¡Fue muy emotivo!”