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Se cansó de escuchar reggaeton que ponía su vecino y decidió dejarlo sin electricidad

La próxima vez que escuches la música a todo volumen proveniente del vecino, tal vez puedas recordar esta historia.

Cansado de la música de su vecino, un hombre decidió tomar la decisión definitiva.
Cansado de la música de su vecino, un hombre decidió tomar la decisión definitiva.Créditos: Twitter @showmundialshow
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¡Ah, el reggaetón a todo volumen de los vecinos! ¿Quién no ha experimentado la tortura de tener que escuchar música estridente cuando lo único que quieres es disfrutar de tu tranquilidad?

Bueno, pues parece que un valiente vecino en México se cansó de ser el espectador involuntario de un concierto privado y decidió tomar cartas en el asunto de una manera bastante peculiar.

La lucha entre un hombre contra el reggaeton de su vecino

Imagínate la escena: el hombre intentando relajarse en su hogar mientras su vecino pone a todo volumen su reggaetón favorito. "¡Ya basta!", se dijo a sí mismo. Cuando sus suplicas no fueran escuchadas, decidió convertirse en el héroe de la cuadra.

Así que, un día, con mirada decidida y seguramente con una vena en la frente, el valiente vecino se armó de valor y se dirigió hacia el medidor de electricidad de su vecino reggaetonero. "A la verga la música...", fue su grito al arrancar el medidor.

La acción del hombre dejó a su vecino sin electricidad y, por supuesto, sin el ritmo pegajoso del reggaetón. Con este simple gesto, el vecino había triunfado en su cruzada contra la música a todo volumen.

Por supuesto, la historia del corte de electricidad no terminó ahí. Las redes sociales hicieron lo suyo y el video de la hazaña del vecino se volvió viral. ¿Héroe o villano? Las opiniones estaban divididas.

Algunos lo consideraban el salvador del vecindario, mientras que otros lo tildaban de "mano dura" y lo acusaban de dañar propiedad ajena. Quizás la lección aquí es que la convivencia vecinal puede ser todo un reto, sobre todo en cuanto a música.

A veces, las diferencias en gustos musicales pueden convertirse en una verdadera guerra de decibeles. Tal vez, en lugar de arrancar medidores de luz, podríamos intentar hablar con nuestros vecinos y encontrar un punto medio.

Aunque, hay que admitirlo, la imagen del valiente vecino arrancando el medidor con una sola mano y poniendo fin al reggaetón estridente tiene su encanto cómico. No todos los héroes llevan capa, algunos llevan a mano el medidor de luz.