Las enfermedades y malestares suelen ser muy comunes. Los médicos son fundamentales para recuperarnos. En esta nota te contamos una historia increíble pero real ya que médicos descubrieron un enorme gusano en el cerebro de una paciente.
"Hasta donde sabemos, este es también el primer caso que afecta al cerebro de cualquier especie de mamífero, humano o no", afirma Senanayake, que también es profesor de la Universidad Nacional de Australia.
La paciente vivía cerca de una zona lacustre habitada por pitones alfombra en el sureste de Nueva Gales del Sur. Aunque no tuvo contacto directo con los reptiles, es probable que contrajera el gusano tras forrajear espinaca de Nueva Zelandia, una verdura de hoja autóctona, que cocinó y comió.
Los médicos y científicos que se ocuparon de su caso teorizaron que una pitón de alfombra podría haber propagado el parásito a través de sus heces a las verduras, que la paciente tocó y contaminó luego con alimentos u otros utensilios de cocina.
Tenía un gusano en el cerebro
Una paciente ingresó inicialmente en un hospital local a finales de enero de 2021 tras sufrir tres semanas de dolor abdominal y diarrea, seguidas de tos seca constante, fiebre y sudores nocturnos.
Varios meses después, sus síntomas se convirtieron en falta de memoria y depresión, por lo que fue enviada a un hospital de la capital australiana, donde una resonancia magnética reveló algo inusual en el lóbulo frontal derecho de su cerebro.
La paciente fue probablemente una huésped accidental del gusano. El parásito es muy invasivo y se sospecha que sus larvas, o juveniles, estaban presentes en otros órganos del cuerpo de la mujer, incluidos los pulmones y el hígado.
Cuando una mujer australiana de 64 años ingresó en el hospital para someterse a una intervención quirúrgica cerebral, la doctora neurocirujana Hari Priya Bandi no esperaba extraer un gusano parásito vivo de casi 8 centímetros de largo que se retorcía entre sus pinzas.
Un colega del laboratorio del hospital pudo ponerse en contacto con un experto en parasitología animal de una agencia gubernamental de investigación científica situada a solo 20 minutos de distancia, y encontró su inesperada respuesta.
Las pruebas moleculares confirmaron que se trataba de Ophidascaris robertsi, un gusano que suele encontrarse en las pitones, según un comunicado de prensa de la Universidad Nacional Australiana y el Hospital de Canberra.
Lo que ocurre normalmente es que las pitones alfombra de Australia son portadoras del Ophidascaris robertsi y desprenden los huevos del parásito en sus heces, propagándose a través de la vegetación que comen los pequeños mamíferos y marsupiales.
En algún momento, las pitones también comen esos mismos animales infectados, y entonces el parásito vive dentro de la serpiente, completando el ciclo.
"Los seres humanos, los animales domésticos y los salvajes tienen más oportunidades de interactuar entre sí y con la vegetación. Así que esto no es más que otro indicador de que en el futuro habrá más infecciones nuevas", afirmó Senanayake.
"Solo me había cruzado con gusanos gracias a mis no tan buenos conocimientos de jardinería... Me parecen terroríficos y esto no es algo con lo que yo trate en absoluto", dijo Bandi a CNN sobre el primer descubrimiento mundial de un gusano vivo dentro de un cerebro humano.
Sin dudas sus malestares eran algo diferentes. La paciente tenía un gusano en el cerebro lo que le producía síntomas muy graves. Afortunadamente los médicos pudieron extraerlo.