Una popular cantante tuvo una terrible muerte a los 20 años luego de que recibiera una serie de masajes que acabaron por dejarla paralizada debido a que le lastimaron una zona del cuello muy delicada, ¡entérate!
Si bien los masajes tailandeses son cada vez más populares en todo el mundo debido a que son muy relajantes y calman muchas dolencias musculares, lo cierto es que éstos deben ser practicados por expertos para evitar la aparición de secuelas terribles como le ocurrió a una famosa que perdió la vida de la forma más inesperada.
¿Qué le pasó a la artista y por qué las sesiones de masajes, en lugar de calmar su dolor de hombro, acabaron por dejarla paralítica y en la Unidad de Cuidados Intensivos de un hospital local? Esto es todo lo que se sabe de la tragedia que sorprendió a más de una persona.
¿QUÉ CANTANTE MURIÓ LUEGO DE RECIBIR UNOS MASAJES EN EL CUELLO?
Hablamos de Chayada Prao-hom, una cantante de 20 años que a pesar de su corta edad ya era toda una celebridad en la escena del folk y el pop en Tailandia; lamentablemente, la fe que la joven le tuvo a los masajes tradicionales para curarse un dolor de hombro le costó cara.
Chayada Prao era hija de una masajista y, tal vez por eso, no dudó en acudir a un local en la ciudad de Udon Thani para someterse a una sesión con la que, supuestamente, sus dolores de hombro por un viejo accidente terminarían; lamentablemente, esto no ocurrió.
A través de su cuenta de Facebook, Chayada Prao-hom externó su preocupación debido a que el dolor de hombro no cedía: todo lo contrario, ahora sentía terribles punzadas en la nuca que aumentaron con los siguientes masajes.
Con el paso de las semanas, la salud de Chayada Prao-hom empeoró hasta que, lamentablemente, comenzó a sentir un entumecimiento que acabó por dejarla paralizada en noviembre; finalmente, murió el pasado 08 de diciembre en la Unidad de Cuidados Intensivos de un hospital local.
¿POR QUÉ LOS MASAJES MATARON A CHAYADA PRAO-HOM?
La muerte de Chayada desató un auténtico operativo por parte de las autoridades locales de Udon Thani en el que se descubrió algo escalofriante: de los siete masajistas que operaban en la ciudad, sólo dos contaban con el permiso correspondiente.
Los masajes de Chayada Prao-hom incluyeron algunas torsiones en la zona cervical que, al realizarse de forma inadecuada, afectaron su circulación y los nervios de la columna vertebral, lo que a la larga derivó en la infección sanguínea y la inflamación cerebral que le arrebataron la vida.
Este caso desató un auténtico debate entre la comunidad médica ya que varios especialistas advirtieron que los masajistas sólo aplican la técnica de forma mecánica en cualquier persona sin conocer su historial médico, lo que puede derivar en tragedias de este tipo.