Brigitte Macron, la primera dama de Francia, es conocida por su estilo de vida activo y saludable. A pesar de acompañar a su esposo, el presidente Emmanuel Macron, en numerosas citas oficiales, ella se asegura de encontrar tiempo para cuidar de sí misma tanto física como mentalmente. En una reciente entrevista con la revista 'S' de Sophie Davant, Brigitte explicó que dedica tiempo a cultivarse por dentro, escribiendo y leyendo, al igual que el tiempo que dedica a cuidarse por fuera con ejercicios y alimentación.
La rutina de Brigitte Macron
Según la prensa francesa, cada mañana en París, la primera dama sale a dar un enérgico paseo junto al Sena para comenzar el día. Se despierta temprano y a las 7.00 ya está en marcha dando a su cuerpo un poco de ejercicio cardiovascular sin impacto que le permite mantenerse ágil y fuerte. Cuando no puede hacer su caminata habitual, Brigitte Macron utiliza una bicicleta estática o una elíptica para tener su hora de entrenamiento cardio diario. Los ejercicios están sí o sí en el día a día de la primera dama.
En la entrevista mencionada, Brigitte Macron menciona que hace media hora de ejercicio al día sin entrenador, refiriéndose a sus ejercicios de fuerza. A la vista de su gusto por las caminatas y la bicicleta estática, se entiende que este tipo de entrenamiento no es su punto fuerte, pero aún así los hace diariamente debido a sus beneficios para sentirse bien y mantener un ritmo metabólico saludable.
Entre los ejercicios de tonificación que hace sola en el gimnasio, hay tanto estiramientos que mejoran la elasticidad de los tejidos, previenen lesiones, mejoran la postura y favorecen el desarrollo muscular, como ejercicios con pesas para aumentar la masa muscular y quemar grasa.
En general, el entrenamiento de Brigitte Macron es exigente, pero ella no abandona ningún aspecto que pueda mejorar en su físico. A pocos meses de cumplir los 70 años, tiene una gran fuerza, resistencia y capacidad aeróbica, lo que se traduce en un aspecto radiante en cada una de sus apariciones. Es evidente que se preocupa por verse bien, sin obsesiones y con sensatez, y acepta que hay días en los que no se encuentra en su mejor momento, pero esos días no se fuerza.