Cuando hablamos de artritis reumatoidea (AR) nos referimos a una enfermedad inflamatoria crónica que afecta principalmente las articulaciones, provocando dolor, rigidez, molestias. Estos síntomas parecen incompatibles con realizar ejercicios pero este resulta beneficioso para los pacientes.
La actividad física adecuada forma parte de las indicaciones para el abordaje de la enfermedad y se asocia con múltiples beneficios, que van desde la ganancia de masa muscular (dado que la AR acelera su pérdida a medida que se envejece) hasta efectos positivos sobre el dolor.
Beneficios de la actividad física para la artritis
El ejercicio es efectivo para mejorar la capacidad física, aliviar el dolor y mejorar la función aeróbica en las personas que viven con artritis. La actividad puede ser eficaz para mejorar la calidad de vida, la salud mental, el estado del sueño y la fatiga, sin agravar la inflamación ni la rigidez de las articulaciones, dado que aumenta la fuerza y facilita el movimiento.
Ejercicios para las personas con artritis
Los ejercicios que se recomiendan para las personas con artritis son nadar, practicar ejercicios aeróbicos en el agua (gimnasia acuática o aquagym), caminar o andar en bicicleta. Se deben evitar ejercicios de sobrecarga que impacten en las articulaciones como levantar pesas o saltar.
No se recomienda el reposo prologando porque conduce a atrofia muscular que empeora la situación. Para evitarla se sugiere realizar ejercicios orientados a mantener la fuerza: tensionar los músculos durante 20 segundos, 10 repeticiones al día.
El ejercicio regular así como una alimentación saludable y equilibrada favorecen el control del peso, otro aspecto importante en el abordaje de la enfermedad, ya que el sobrepeso y la obesidad ejercen una sobrecarga en las articulaciones.
Si sufres artritis o conoces a alguien que tenga esta enfermedad, es importante que realicen ejercicios para poder ganar masa muscular sin embargo la actividad no debe ser de fuerte impacto en las articulaciones.