La actividad física regular es una estrategia muy efectiva en la prevención de enfermedades cardiovasculares, según la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) y otras organizaciones médicas y cardiológicas mundiales. En el marco del Día Mundial de la Salud, la SAC destacó la importancia de promover el ejercicio físico regular para contribuir a la salud en general, pero especialmente a la salud del corazón.
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo occidental y pueden prevenirse con diversas estrategias, incluyendo el ejercicio físico. Aunque existen fármacos destinados a controlar los factores de riesgo cardiovascular, la práctica regular de actividad física es una de las estrategias más efectivas y con mayores beneficios para evitar un ataque cardíaco.
El ejercicio físico directa e indirectamente mejora el estado de las arterias y del corazón, reduce la inflamación, mejora los niveles de colesterol y disminuye el sobrepeso y la presión arterial. También previene la aparición de arritmias cardíacas, la formación de aterosclerosis coronaria y reduce la probabilidad de muerte por causas cardiovasculares.
Y si hablamos de prevenir un ataque cardíaco, la Asamblea Mundial de la Salud (WHA) creó el Plan de acción mundial sobre actividad física (GAPPA) 2018-2030, con el objetivo de reducir los niveles mundiales de inactividad física en adultos y adolescentes en un 15% para 2030. La OMS estableció nuevas directrices en 2020 que recomiendan que hacer algo de actividad física es mejor que no hacer nada. Para los adultos de 18 a 64 años, los beneficios se observan con cantidades semanales de entre 150 y 300 minutos de actividad moderada e intensa, y al menos 2 días de entrenamiento de fuerza.
Cómo entrenar para mejorar tu corazón
La combinación de ejercicios aeróbicos y de fuerza muscular ha demostrado prevenir la aparición de enfermedades cardiovasculares y mejorar la condición en aquellos que ya la padecen. Los ejercicios aeróbicos incluyen caminar, andar en bicicleta, correr y nadar, mientras que los ejercicios de fuerza muscular pueden ser levantamiento de pesas, flexiones de brazos y sentadillas. Los ejercicios de fuerza muscular tienen una fuerte evidencia a favor de la reducción de eventos cardiovasculares como un ataque cardíaco.