Conocido como el magnate tecnológico con mayor fortuna del mundo, Elon Musk reconoce que mantiene una estricta rutina para alcanzar su máximo potencial a la hora de pensar y analizar sus proyectos. El propietario de Tesla y SpaceX reconoce el secreto de su éxito a partir de su compromiso y eficiencia, exponiendo que una cantidad determinada de horas de descanso le permite “ser perfectamente productivo y eficiente en todas sus actividades cotidianas”.
Y aunque muchos sostengan que para un óptimo rendimiento laboral se debe alcanzar un número mínimo de ocho horas de sueño corrido, el magnate reveló que duerme apenas seis. “No me encuentro con ganas de dormir más de ese tiempo”, reveló recientemente a la hora de explicar el porqué de su metodología.
Adicto al trabajo, el reciente comprador de la red social X reconoce que suele pasar largas jornadas de trabajo, incluyendo reuniones que a diario se adentran en la madrugada. “La ética se traduce en compromiso con los resultados, con la misión y la visión de la empresa”, suele repetir como forma de marcar una visión pragmática de sus negocios.
La regla, no seguir las reglas
Siempre tendiente a mejorar la calidad de sus empresas, el CEO suele compartir recomendaciones con sus empleados, buscando elevar la productividad y eficiencia de sus empresas.
Poco afecto a reuniones innecesarias, suele promover una comunicación directa sin importar la jerarquía organizacional. “Lógica por encima del seguimiento estricto de las reglas”, su frase de cabecera.
Elon Musk suele expresar con claridad sus ideas y la intención de innovar a cada paso amplía sus horizontes a la hora de tomar decisiones empresariales. Sus estrategias apuntan a mejorar notablemente el rendimiento, con reuniones más breves, cargadas de objetivos y propósitos, además de incentivar a sus empleados a abandonar discusiones estériles.
La excelencia y la optimización de recursos son la gran obsesión del empresario australiano, que busca jerarquizar tres aspectos: eficiencia, comunicación clara y colaboración sin barreras jerárquicas.