Si deseas tener un vientre plano como el de Belinda, debes poner el ojo en la alimentación. El énfasis debe estar en las legumbres, ya que muchas generan hinchazón y gases intestinales. Este fenómeno se debe a la presencia de carbohidratos complejos llamados oligosacáridos no digeribles, como la rafinosa y la estaquiosa.
¿Por qué las legumbres generan gases e inflamación?
Estos compuestos no se descomponen completamente en el intestino delgado y llegan intactos al colon, donde las bacterias intestinales los fermentan, produciendo gases como resultado. Este proceso, aunque natural, puede generar una gran incomodidad y hacer que algunas personas eviten incluir legumbres en su dieta a pesar de sus múltiples beneficios.
¿Cuál es la técnica para reducir la hinchazón al comer legumbres?
Una técnica eficaz para reducir la hinchazón causada por las legumbres es la de remojarlas adecuadamente antes de cocinarlas. Remojar las legumbres en agua durante al menos 8-12 horas permite que los oligosacáridos se disuelvan en el agua, lo que reduce su concentración y, por ende, la producción de gases.
Para mejorar aún más los resultados, es recomendable cambiar el agua de remojo varias veces y enjuagar bien las legumbres antes de cocinarlas. Además, añadir una pizca de bicarbonato de sodio al agua de remojo puede ayudar a descomponer estos compuestos aún más.
Aunque, no solo el remojo es esencial, sino también la cocción adecuada de las legumbres. Cocinarlas bien hasta que estén tiernas facilita la digestión y disminuye la formación de gases.
Utilizar una olla de presión puede ser una excelente opción, ya que acelera el proceso de cocción y asegura que las legumbres queden bien cocidas. También es beneficioso añadir hierbas y especias como el comino, el hinojo o el jengibre durante la cocción, ya que estos ingredientes tienen propiedades carminativas que ayudan a reducir la formación de gases.
Incorporar legumbres en tu dieta no solo es beneficioso para la salud en general, sino que también puede ayudarte a lograr un vientre plano. Su alto contenido en fibra promueve la saciedad, ayudándote a controlar el apetito y mantener un peso saludable.
Además, para lograr un vientre plano puedes realizar distintos ejercicios que contribuyan a lograr los resultados deseados. Por lo que la alimentación, el ejercicio y algunos cuidados extra permitirán lucir una figura soñada.