A medida que envejecemos, es importante prestar atención a nuestra salud física y bienestar general. Esto incluye mantener una rutina de ejercicios regular. Para las personas mayores de 60 años, el entrenamiento de fuerza se ha vuelto cada vez más importante. Ya que el ejercicio de fuerza ayuda a mejorar la salud de los huesos y el metabolismo, lo que puede ser particularmente útil en una etapa de la vida en la que el organismo sufre cambios propios del declive hormonal.
De hecho, la evidencia científica ha demostrado que el entrenamiento de fuerza debe considerarse al menos tan importante como el ejercicio aeróbico. El objetivo no solo es tonificar los músculos y mejorar la apariencia física, sino también incrementar la masa muscular activa. Esto ayuda con la sensibilidad a la insulina, el poder cognitivo, la salud cardiovascular y la densidad ósea, y puede prevenir lesiones.
Beneficios de los ejercicios de fuerza
El entrenamiento de fuerza no solo es beneficioso para músculos y huesos, sino que también ayuda al metabolismo. Cuantos más músculos activos haya, mayor será el gasto energético diario. Por lo tanto, es recomendable trabajar todos los músculos, incluso para aquellos que son nuevos en el mundo del levantamiento. Los especialistas sugieren que el entrenamiento debe estar pautado de antemano, con las necesidades que cada uno tenga.
Los ejercicios de fuerza también son un aliado para contrarrestar la osteopenia y la osteoporosis, condiciones que ocurren a esa edad debido a la pérdida de la masa ósea y la resistencia ósea. El entrenamiento de la fuerza se “obliga” en cierta manera a estimular el reclutamiento de calcio. Al tener los músculos fuertes, se requiere que el hueso también tenga que ganar fortaleza, y de esta manera, eso lleva a absorber otros minerales y al fortalecimiento músculo esquelético.
En la mediana edad, se empieza a generar debilitamiento y acortamiento muscular por la rutina diaria, lo que lleva a la pérdida de la postura, la falta de flexibilidad y a nivel muscular eso genera consecuencias. El entrenamiento de la fuerza puede ayudar a contrarrestar esto, ya que los músculos más fuertes generan una mayor resistencia.