Recientemente, la Universidad de Harvard reconoció al taichí como “la actividad perfecta para hacer por el resto de la vida”, independientemente de la condición física, el estado de salud o la edad. Entre sus múltiples beneficios, se destacan el alivio que le propicia al sistema nervioso y también el poder para reducir el estrés, por lo que podremos combinarlo con el consumo de esta planta.
Los que practican este arte marcial chino lo califican como una "meditación en movimiento". Los médicos, en cambio, hablan de "medicación en movimiento", porque combina un entrenamiento de bajo impacto, resistencia, concentración y control mental. A diferencia de otros ejercicios más intensos, el taichí no requiere de gran esfuerzo físico, lo que lo hace accesible para personas de todas las edades.
¿Qué es el taichí y cómo funciona?
El taichí es una modalidad de ejercicio suave y relajada que ayuda a mantener la fuerza, la flexibilidad y el equilibrio. Originario de China, esta práctica milenaria se basa en movimientos lentos y fluidos que se realizan de manera continua y coordinada con la respiración profunda.
El taichí tiene el potencial de reducir la depresión, la ansiedad y el estrés. Esta actividad actúa sobre el sistema nervioso al fomentar un estado de relajación profunda y al disminuir los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Además, el taichí promueve la liberación de endorfinas, neurotransmisores responsables de la sensación de bienestar.
¿Cómo el taichí alivia el sistema nervioso?
La práctica del taichí implica movimientos controlados y una respiración consciente, lo que activa el sistema nervioso parasimpático, responsable de la relajación y la reducción del estrés. Este arte marcial mejora la circulación sanguínea y aumenta el flujo de oxígeno al cerebro, lo que ayuda a calmar la mente y a reducir la ansiedad.
Además, el taichí promueve la atención plena, una técnica de meditación que consiste en centrar la mente en el momento presente. Esto ayuda a romper el ciclo de pensamientos negativos y preocupaciones que a menudo contribuyen al estrés. Al enfocar la mente en los movimientos y la respiración, los practicantes de taichí pueden experimentar una sensación de calma y equilibrio emocional.
Además de sus efectos sobre el estrés y el sistema nervioso, el taichí ofrece una serie de beneficios físicos y mentales. Esta práctica mejora la flexibilidad y la fuerza muscular, lo que ayuda a prevenir lesiones y a mantener la movilidad en la vejez. También se ha demostrado que el taichí mejora el equilibrio y reduce el riesgo de caídas en personas mayores.
En términos de salud mental, el taichí puede ayudar a mejorar el estado de ánimo y a reducir los síntomas de depresión. Un estudio publicado en el Journal of the American Geriatrics Society encontró que las personas mayores que practicaban taichí experimentaban una mejora significativa en su calidad de vida y en su bienestar emocional.
Es importante elegir un instructor calificado que pueda enseñar las técnicas correctas y adaptar los movimientos a las necesidades individuales. Practicar taichí regularmente, incluso unos pocos minutos al día, puede conducir a mejoras significativas en la salud física y mental.